Ahora soy el jefe

Cuando de repente recordé todo mi primer impulso fue, por supuesto, contar todo. Pero al final lo pensé mejor; el Doc ahora había pasado de ser un monstruo a gobernar el mundo, a que todos lo respetaran, aunque fuera por miedo. Y Susan? La busqué, claro, pero también me di cuenta de que lo mejor era no decir nada. Ella seguramente ahora sería feliz sin tener que ser encerrada, estaría mas tiempo con su familia, o al menos eso me imagine. Por días estuve pensando en el dilema que tenia, tanto que descuide mi trabajo, y lo único que logré fue que Asuntos Internos me despidiera de mi puesto de detective.
De verdad quería ir con ellos y decirles todo, pues en serio los extrañaba. Pero no era eso demasiado egoísta? Pedirles que volvieran a ser marginados de la sociedad simplemente porque yo extrañaba como era todo antes? Llegue a la conclusión de que si, y mejor deje las cosas como estaban. Inclusive fui a la casa de Susan, pero no tuve el valor de decir nada. Me fui sin siquiera tocar el timbre. Trate de verle el lado bueno: los monstruos eran libres, no teníamos la obligación de salvar a nadie, podíamos andar por donde quisiéramos sin que nadie dijera algo.
A veces deseaba no recordar nada, así al menos no sabría todo lo que he perdido. Pero todo cambio cuando tuve la sensación de que debía reunirnos a todos, tenía el presentimiento de que algo grande se acercaba, y no era nada bueno, aunque decidí ignorar por completo esto. Un día vi la noticia de que una mujer gigante había aparecido en California. De inmediato supe que era Susan. Al día siguiente la sensación dentro de mi era aun mas fuerte. Entonces vi otra vez las noticias, decían que la misma mujer estaba destruyendo varias ciudades. Me quedé petrificada. ¿¿¡¡Queeee?!!! Aunque no la culpaba, pues después de mi despido me habia dedicado a saquear museos. Por fin me decidi a hacerle caso a mis instintos, y me dirigí inmediatamente al despacho presidencial. Mi prioridad ahora era convencer al Doc y a Susan de que les convenia dejar su vida de dictador y villana respectivamente para pasar a ser de nuevo los rechazados de la sociedad. Simple no?

Venga, solo han sido un par de cuidades. No pasa nada. Esos malditos humanos se merecen todo ese sufrimiento. Tiene que quedarles claro que ahora mando yo...No, espera....Esa maldita cucaracha, me ha quitado mi sueño. Es imposible enfrentarse a ella, bueno a él. Maldito Doctor cucaracha. Tendré que hacer algo, algo grande...mas grande que yo claro. Pero, ¿el qué?
Me estoy aburriendo ya de aplastar ciudades, es divertido ver como grita la gente, pero....prefiero gobernar el mundo.
-Que dolor de cabeza-susurré.
-¿Necesita algo señora?-me pregunto un humano.
-Psss... quita bicho-grite.
No lo aplaste porque no tenia ganas. Ademas, tenia cosas mas importantes que hacer, bueno, en realidad no tengo nada que hacer. Salvo aplastar mas ciudades.

Que locura. Yo asaltando museos, Susan destruyendo ciudades y el Doc gobernando el mundo con mano de hierro. "Pero ahora esto va a acabar", me repetía mientras caminaba por el pasillo. Unos guardias custodiaban la puerta, pero afortunadamente estaban distraídos, lo cual aproveche para sacar mi arma y apuntarles mientras me dirigía hacia ellos. Tres segundos después, un guardia advirtió mi presencia y de inmediato busco su radio.
-No te aconsejaría que hicieras eso- Le dije e inmediatamente se calmó, pero su compañero ignoró completamente mis palabras y sacó su radio. Enseguida disparé una vez a cada guardia, y los dos se derrumbaron.
-Se los advertí- Dije al pasar al lado de ellos, mirando los tranquilizantes que les había disparado.
-No se preocupen, estarán como nuevos en una hora!!- Les dije mientras me plantaba enfrente de la puerta, sabiendo que aun estaban un poco consientes pero incapaces de hacer algo. Ahora que lo pienso, que demonios voy a decir? Maldición, debí haberme preparado. Tal vez tendría que haber hablado con Susan primero... bueno, de todas formas iré con ella después de esto. Giré el pomo de la puerta y entré al despacho presidencial sin siquiera tocar.

Me sobresalte al ver que todo se cerraba. Al parecer el Doc ya me estaba esperando. Lo miré unos segundos. Era extraño, hace mucho que no lo veia frente a mi. Tuve el impulso de sonreir, pero en esas circunstancias se veria demasiado extraño.
-Puedo asegurarte que yo no vine por arrebatarte el poder. Estoy aqui por algo muy diferente.- Le respondi.

Todas mis ganas de sonreír de esfumaron cuando el Doc menciono lo que tenia planeado para Susan.
-No!! No puede hacerle eso Doc, usted nunca lo haría...- Ah, cierto, no estabamos en nuestros antiguos roles, ni el Doc ni Susan recordaban nada, pues bien, me tocaba a mi hacer que entraran en razón.
-Doc, aunque no lo crea tengo una explicación a todo lo que acabo de hacer, solo escúcheme, sonará extraño, pero debe creerme, no vine a tomar el poder....- Bien, por donde empiezo? Diciendo que vengo de otra clase de dimensión o tratando de convencerlo de que debíamos unirnos contra no se que por mi instinto?

Lo miré de nuevo. Había llamado eso a Susan? Pero ahora pensaba en otra cosa, el Doc me había hecho una pregunta un poco comprometedora.
-Porqué? Am, bueno, supongo que no tuve otra opción, o como cree que me ganaba la vida? Ninguna empresa se pelea por tener a un monstruo en sus filas, sabe? Además era algo entretenido...pero no vine aquí a hablar de eso. Yo... bueno...-Diablos, en serio tenia que haber planeado que iba a decir. Ojala con Susan sea más fácil.
-Escuche, ¿si? solo escuche. Imagine un universo paralelo en el que a la mujer gigante (por cierto, se llama Susan), a usted y a mi nos encierran en una institución secreta de captura de monstruos por años. Un día el presidente nos suelta para combatir una amenaza alienigena y a partir de ahi nosotros trabajamos para el gobierno. Imagine que un dia estamos aburridos, y usted inventa unos aparatos para poder divertirnos un poco. Pero de repente unos robots creados por usted nos atacan, y se lo llevan hasta un agujero negro.-
Me acerque un poco más a el Doc para lograr ver lo que habia en la pantalla que el observaba y continue
-Imagine a Susan y a mi intentando rescatarlo, yendo tras de usted, pero a pesar de todo los robots lo lanzan al agujero y de repente aparecemos aquí, en este mundo en donde solo yo recuerdo todo lo que paso antes. Ahora, le cuesta trabajo imaginarlo? Pues no se preocupe, por que en realidad lo único que tiene que hacer es intentar recordarlo todo, porque esto no es ninguna invención, ni ningún cuento y si pudiera hacer que sonara más creíble lo haria. Si aún no me cree, pongame a prueba! Vamos!- Dije caminando por el despacho.
-Pregunte cualquier cosa, algo que usted no le ha contado a nadie, al menos no en este mundo.- Dije al final. En una de las pantallas pude ver a Susan destruyendo mas ciudades. Creo que si debi hablar con ella primero, se habrían salvado muchos edificios...

San Francisco arrasada, los Angeles arrasada, Bostaon arrasada. ¿Qué hacer?
No se me ocurre nada interesante si no seguir arrasando mas ciudades. Pero esto me aburre, me aburre totalmete. Y mientras tanto el bicho ese sentado en su gran sillón viendo su gran imperio. Y yo aqui sentada en esta mierda de...lo que sea, viendo unas cuantas ciudades arder. Nada del otro mundo, nada del otro mundo.
Odio esta vida. Ojala pronto se me ocurra algun plan para aplastar al bichejo ese.
-Pronto Susan, pronto.

OFF: pero acercate Ire!!! XDDDD

Asenti pensativo, y me quede mirando las fichas de trabajo, si, me apenaba que hubiese robado en museos, pero no culpo que tenga que ganarse la vida, y no es de los crimenes mas gordos que halla cometido una persona en mi imperio. Frunci el ceño, examinando una vacante en el oficio de seguridad que habia implantado en la ciudad, pensando en tenderle la ficha para ver si se interesaba, dado que, por lo que yo habia visto, no se le daba nada mal pelear. Algo hizo cambiar mis ideas, sin embargo, esa sarta de dispartes que comenzo a soltar, no pude evitar reirme a carcajada limpia y soltar.
-Con algun aparato te has debido de dar, ¿has perdido el norte?-Pregunte, girandome, haciendo caso omiso a las pantallitas.
-Escuchame, eso solo es una historia que tu cabeza, desesperada por cierto, se ha inventado, pero si tan segura estas...-Movi las antenas pensativo y esboce una sonrisa torcida, señalandome a mi mismo, dando entender que me estaba refiriendo a las mutaciones.-Dime como me he hecho esto.

Esta vez si sonrei ampliamente. Esa era la pregunta más facil que podria haber. Me crucé de brazos y lo mire. Recorde lo que me habia dicho el General sobre el Doc cuando recién llegué al Área 51.
-El Doctor Cucaracha PhD, el hombre más brillante del mundo. Inventaste una máquina científica que le daria a los humanos, la capacidad de la cucaracha para sobrevivir. Con efectos secundarios, claro. Esa máquina es la que te dio la mutacion. O me equivoco?- Le dije al Doc.
-Bien, me crees ahora?-

Lo mire con cara de sorpresa e incredulidad. Primero soy una loca, ahora una espia? No lo creia. Pensaba que en cuanto me escuchara todo se resolveria como por arte de magia. Que gran error.
-Una espía? Por favor, yo que podría ganar al inventar todo eso? Además ni la mejor espia del mundo podria saber eso. Lo que le he dicho es verdad, y no me ire de aqui hasta que me crea. Qué mas puedo hacer para que se tome esto en serio?- Dije ya levantando un poco la voz

Esto era el colmo. Si no fuera mi amigo, estaba segura de que yo ya hubiera estallado.
-Acaso no escucho bien? Usted no recuerda nada por el maldito agujero!! No se trata de ser inteligente o no, si no que fuimos atacados y enviados a este asqueroso mundo de...- Me quedé si habla durante un segundo. Había escuchado bien?
-Cómo que no voy a salir de aqui?- Grandioso, el Doc planea encerrarme mientras aun tengo que hablar con Susan y hacer que me crea... definitivamente debí ir primero con ella...

Genial, y como rayos le explico eso? Ni siquiera yo sabia porque solo yo lo recordaba.
-No tengo idea de porque solo yo recuerdo eso, pero lo recuerdo y es importante, ahora tengo que hacer que los dos lo recuerden porque... -Me calle de nuevo. Sabia muy bien porque, pero no pensaba decirselo, no ahora.
-Escuche, como dije antes no puedo hacer que esto suene un poco más creíble, simplemente haga un esfuerzo por creerlo. Al final vera que no es tan fantasioso o imposible. Debe haber algo con lo que me crea- Dije al final. En el mejor de los casos, va a creerme, pero si no, yo ya estaba preparada para salir de ahi antes de que se la ocurra otra cosa...

Mire como el Doc me esposaba. No iba a dejar que me llevara a ninguna parte, tal vez ya no podria salir en mucho tiempo. En realidad no queria intentar nada de lo que me arrepentiria, asi que intente una vez más.
-No, Doc, por dios santo, no estoy desquiciada, no se que demonios paso con el agujero, pero todo es verdad!- Dije mientras el Doc me llevaba hacia la puertas. Si el la abre y no consigo que me crea, tendre que dejar esto, salir de aqui y probar con Susan.

El Doc se veía un poco hartado ya. Claro estaba que no me iba a creer por más que intentara, tenía que hacer otra cosa antes de que me lleve a quien sabe donde. No estaba dispuesta a que me encerrara, fuera en donde fuera. En realidad no tenia ganas de hacerlo, pero al menos hoy el Doc solo iba a creer que yo estaba chiflada.
-Lo siento Doc, no se qué mas hacer- Le dije en voz baja, y enseguida puse manos a la obra.
Al doblar por un pasillo, logré zafarme lo más cuidadosamente que pude . No era la primera vez que escapaba de una situación asi, ventajas de mi actual profesión. Algunos guardias se percataron e intentaron capturarme, pero por suerte sus armas no lograron hacerme ningún daño e inmediatamente traté de localizar una "salida de emergencia". Lo más parecido que vi fue una especie de balcón y sin perder tiempo corrí hacia el, y sin pensarlo salté y me alejé volando de ahí lo más rápido que pude. Al llegar a una distancia segura, bajé a la acera y descanse un poco. Enfrente de mí había una tienda en donde se transmitía el noticiario. Como sospechaba, la noticia principal era la de Susan, que estaba cada vez más cerca de ahi. Una vez que localicé su ubicación y después de tomar un poco de aire, me dirigí hacia allá.
-Bueno, veamos ahora como me va con ella.-

OFF: Ok, ok... es que todavia estoy durmiendo.

No me venia ninguna idea a la cabeza, asi que decidi tirarme de cabeza a la piscina.
-Venga Susan, no tienes nada que perder-me dije.
Empecéa caminar y en unas horas estuve allí, en frente del gran edificio donde la cucaracha llevaba todo su imperio.

Apenas estaba emprendiendo la marcha cuando se plantó ante mi una sombra enorme, acompañada del sonido de unos pasos muy fuertes. Me di vuelta lentamente y vi que Susan estaba a tan solo unos metros de mi. De inmediato me quité de su camino, pues al parecer estaba dispuesta a aplastar todo lo que le obstruyera el paso.
-Susan, espera!!- Grité con todas mis fuerzas. Entonces vi como se dirigía hacia el edificio donde estaba el Doc. Por alguna razón, (tal vez porque se veía decidida, o por como miraba el edificio, o por la manera en que avanzaba hacia el) no creía que estuviera aquí para pasar a saludar...
Hay, no, ahora que? De seguro el Doc inmediatamente trataría de hacerle algo a Susan, y viceversa, así que fui al edificio del que había escapado tan rápido que al llegar ya no tenía fuerzas. Debía impedir que le hicieran algo a Susan (esas armas que ahora estaban sacando no se veían amigables) pero también tenia que impedir que Susan destrozara el edificio. Caminé hacia un pasillo y me puse a gritar.
-Doc!! Doc!! DOOC!!-